Este triste panorama nos lleva a la siguiente conclusión: antes de preocuparse por defender su derecho a “comer rico”, los políticos deberían trabajar para que todos los peruanos puedan ejercer su derecho a “comer”.
Por Paola Celi. 28 febrero, 2023. Publicado en Correo, el 25 de febrero de 2023.
“Querrán que comamos alfalfa, seguramente”, respondió, el pasado 20 de febrero, Jorge Montoya al ser cuestionado por los excesivos gastos de alimentación del Congreso. Estas declaraciones causaron una férrea defensa de la alfalfa en redes sociales.
Y es que sus beneficios son de conocimiento popular: fortalece el cabello, alivia los dolores causados por la artrosis, favorece la eliminación de toxinas, entre otros. En Twitter me he enterado del famoso emoliente de alfalfa, que también lleva miel de abeja, cebada, membrillo… Además, recuerdo que años atrás mi madre preparaba un delicioso jugo de naranja con alfalfa.
Pero quizá lo más importante sea resaltar que también sirve para combatir la anemia porque contiene vitaminas y minerales.
Algunos congresistas defienden su almuerzo bufé argumentando que todos tienen derecho a comer bien, a comer rico y no comida “de tercera”. Quizá es esto lo que más ha indignado al país: la forma tan airada de defender una comida de lujo cuando muchos de nuestros niños sufren de desnutrición y de anemia.
Informes del INEI señalan que en el 2021 la desnutrición crónica afectó al 11,5% de las niñas y niños menores de cinco años en el Perú; un problema que aqueja al 6,8% de la niñez en zonas urbanas y al 24,4% en zonas rurales. Por otro lado, la anemia afecta al 38,8% de la población de 6 a 35 meses.
Este triste panorama nos lleva a la siguiente conclusión: antes de preocuparse por defender su derecho a “comer rico”, los políticos deberían trabajar para que todos los peruanos puedan ejercer su derecho a “comer”.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
